¿Qué quiere decir de Clase Mundial?
La condición “de clase mundial” ha tomado importancia en los últimos años en el mundo organizacional, ello acompañado de los procesos de globalización de los negocios, de la importancia cada vez mayor de las comunidades y clientes, de las altas regulaciones producto de los escándalos financieros de colusión y estafa y por supuesto, de la alta competencia que presentan los mercados locales y globales. Por ello, no es extraño encontrar en las visiones de muchas compañías en crecimiento la formulación “convertirnos en una empresa de clase mundial”.
Pero, más allá de los sueños y las buenas intenciones, ¿qué implica realmente ser o llegar a ser una empresa de clase mundial?, ¿cómo puede una organización saber que llegó a su meta, identificar qué camino seguir, medirse y compararse?
La Clase Mundial.
En este mercado de consumo tan globalizado nos encontramos con una gran cantidad de distribuidores bajo un esquema de Clase Mundial, pero ser proveedor de esta clase no solo se trata de tener buenas intenciones en las relaciones comerciales o de colocarse un sello de la empresa proveedora que represente a esa Clase Mundial.
Es importante tomar en cuenta que un proveedor debe existir un fundamento serio, es necesario realizar buenas prácticas empresariales para que los clientes busquen ser pare de nuestro producto, se debe pensar en sobresalir en este mercado tan globalizado, pretender ser algo más de lo que ya actualmente existe para ser considerados los mejores, ya sea por calidad de producto o posicionamiento.
También podría interesarte:
Las empresas que se describen así mismas como Clase Mundial, deben de preocuparse en completar procesos de evaluación y certificación aprobatorios, para poder llamar la atención de clientes y así mismo mantener su posición estable.
Por eso los modelos de negocio eficientes son aquellos que están enfocados en generar ventajas competitivas comprobadas y que cuentan con una gran capacidad emergente para enfrentar cambios para mantenerse vigentes en los mercados locales, nacionales e internacionales.
Por lo tanto son aquellas empresas con organización que se deciden por por outsourcing o externalización estratégica quienes se fortalecen, a lo igual que tienen características destacadas, habilidades, conocimiento y tecnología para entregar valor al cliente.
Entonces la Clase Mundial está necesariamente relacionada con la practica, criterios y resultados. Esto es porque la competencia de empresas proveedoras se encuentran en un mercado bastante competitivo, proveniente de empresas eficientes y posicionadas, entonces día a día se pone a prueba la capacidad de pertenecer a una Clase Mundial.
Conclusión.
Como era de esperar, no es fácil alcanzar un nivel de clase mundial, pues implica un cultura o filosofía de clase mundial, metas desafiantes para cada uno de los stakeholders que forman parte de la organización, una acción sistemática sobre todos los agentes facilitadores que permiten alcanzar los resultados, un sistema de aprendizaje e innovación robusto y la comparación constante con lo mejor de lo mejor de la industria mundial. Solo si una empresa logra resultados sobresalientes en todos los aspectos que hemos nombrado por tres años consecutivos, que ha accedido al club de clase mundial: valores, disciplina, orientación a resultados balanceados, aprendizaje, medición y autocrítica, los conceptos nucleares de una empresa de clase mundial.
